En
Pueblos-andaluces visitamos la localidad de Zufre, Huelva.
El municipio de Zufre está situado al
noreste de la provincia de Huelva, siendo colindante con la provincia de
Sevilla. Parte de su término pertenece al ámbito del Parque Natural de la
Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Su extensión superficial es de 341,1
kilómetros cuadrados y está situado a 452 metros sobre el nivel del mar. Su
población, según el censo del año 2017, asciende a 845 habitantes. El
gentilicio de sus vecinos es “zufreño” (moclinos y moclinas). Dista de la
capital de Huelva 120 Km. y de Sevilla a 82 Km. Limita al oeste con la villa de Aracena, al
norte con Cala, al noroeste con Santa Olalla, al Sudoeste con El Ronquillo, al
sur con el Castillo de las Guardas y al sudeste con Zalamea la Real. Zufre es
conocido como la “Perla árabe”, pregonando en su estructura urbanística su
claro pasado musulmán. Está reconocido como Conjunto Histórico y artístico
desde el 26 de febrero de 2002. Su denominación procede del árabe Sufre o
Sutefie, que significa tributo.
Historia
Desde épocas remotas los bosques y prados de
Zufre fueron recorridos por hombres que encontraron cobijo y medio de
subsistencia. Durante el Neolítico anduvieron por las inmediaciones del casco
urbano y en la Rivera del Jarrama. A la Edad del Bronce, II milenio a. C.,
pertenece el yacimiento de Trastejón, donde
se han hallado escoriales,
cuchillos y puntas de metal. Se trata de un poblado cuya economía agroganadera
se orientó hacia la actividad minera a partir del 1.200 a. C. Además, en la
Plaza Quebrada, bajo una casa apareció un enterramiento individual con un
cuerpo en posición fetal, junto a su ajuar que constaba de un puñal de lengüeta
larga y estrecha, un brazal de arquero y un ónfalo o cuenco carenado. En el
siglo I d. C., la vía romana Esauri Pax Iulia, que enlazaba Hispalis con
Emérita, cruzaba las tierras de Zufre, transcurriendo próxima a la Rivera del
Uerba. Con ella llegó la civilización romana, que desarrolló el comercio y las
actividades mineras y agropecuarias. Quedan de esta época escoriales junto a
tres pocillos romanos en la Sierra Vicaría, un ara funeraria, una estatuilla de
piedra y dos capiteles tardorromanos que se conservan en su iglesia como pilas de
agua bendita. Los principales yacimientos están en la finca Monte Acosta,
posible villa rústica tardorromana, los parajes del Herrumbroso, valle Fernando
y la necrópolis de la Zarzuela. Tras el periodo oscuro que sucede a la caída de
la civilización romana en el siglo V, y que es prácticamente desconocido salvo
por el hallazgo de un capitel visigodo conservado en la ermita de Santa Zita,
el siglo VIII conoce la llegada de los musulmanes.
Precisamente el topónimo
proviene del árabe «Xufre», término que ya aparece en un sello concejil del
siglo XV, y que significa tributo. Por su importancia como vía de acceso hacia
la ciudad de Sevilla desde la Sierra y Portugal, fue cimentando el núcleo sobre
una elevada loma, que, a su vez, se fortificó con una gruesa muralla dotada de
torreones. Este «Nido de águilas», desde el que se domina el valle de la Rivera
de Uerba, que constituía en esta época en uno de los principales núcleos
defensivos y de poblamiento de la Sierra. A principios del XIII, el caudillo
musulmán Abenmafol se hizo fuerte en estas tierras, combatiendo la amenaza
portuguesa, que a través de la Orden del Hospital de San Juan, entre los años
1230-33, habían ocupada Aracena, llegando hasta Higuera. De otra parte,
Castilla ansiaba tener el control de la zona para evitar que los ejecitos lusos
se aproximasen peligrosamente hacia la ciudad de Sevilla. Con doble objetivo,
acabar con el poder musulmán y frenar la expansión portuguesa, intervino el rey
castellano Fernando III el Santo, delegando su poder a Pelay Correa. Tras la
batalla de Tentudía, se derrotó las huestes musulmanas, conquistándose la baja
Extremadura y estas tierras. Agradecido por la victoria sobe el «infiel», Pelay
Correa fundó la ermita de Nuestra Señora del Puerto, actual patrona de los zufreños.
El 6 de diciembre de 1253, Alfonso X concedió al Concejo de Sevilla todas las
tierras conquistadas al este del Guadiana, incluidas las de Zufre, que figura
con mención expresa como lugar dependiente de Tejada. Igualmente, se inicia la
repoblación castellano-leonesa. En 1257-59 «se tiene por cierto que Alfonso X,
además de conceder a «Xufre» el privilegio de villazgo, le otorgó la facultad
de usar armas reales, (…) Su hijo Sancho IV confirmarían también tales
privilegios». Además, se constituye la Vicaría de Zufre, a la que pertenecen
los lugares de Santa Olalla, El Real de la Jara, Cala, Almadén de la Plata y
Castillo de las Guardas. La sublevación mudéjar de 1264 provocó la expulsión de
estos, generando la necesidad de un nuevo poblamiento. De esta forma, 1291,
Sancho IV envía pobladores para sus tierras realengas. Ahora son cristianos
viejos procedentes de Galicia y León. De sus raíces se conservan gallegismos
como «La Almuiña», huerta o granja de árboles frutales, cerradas sobre sí;
«Moncejón», procedente de la «moncexón», para designar el sitio donde se espiga
después de la siega. De origen leonés tenemos «las Cortecillas», derivado de
«corte», centro de explotación agrícola que reunía en su seno varias casas. Preocupado
por la consolidación del dominio de Castilla sobre la soberanía onubense, aquel
rey ordenó en 1293 al Consejo de Sevilla la edificación de una serie de
fortalezas. Pero entre éstas no figura el castillo de Zufre, pues, siguiendo a
Morales Martínez (1976), éste debió de ser de época anterior.
Las primeras referencias documentales del mismo corresponden a los años 1386-87 en que se
invirtieron 2.517 maravedíes en al, ladrillos y pago de las obras necesarias
para el reforzamiento del baluarte. Esta fortaleza, hoy desaparecida, constituyó,
asociada al castillo de Santa Olalla, un importante sistema defensivo que
encaraba la penetración lusa hacia Sevilla, a través de Extremadura. Durante la
Baja Edad Media, Zufre se consolida como villa y se «encastilla» ante el
bandidaje y las frecuentes incursiones de pillaje de los portugueses. La
población dispersa de los campos se reúne junto a las murallas del núcleo
principal y su inexpugnable fortaleza, buscando la seguridad para sus vidas y
haciendas. En el siglo XV sin constantes los pleitos entre Zufre y Aracena por
la jurisdicción sobre Higuera de la Sierra, localidad que se hallaba dividida
en dos barrios, perteneciendo el de abajo a Zufre con las casas del Rincón. En
1553 Higuera obtuvo la exención de villazgo, quedando los vecinos de esta nueva
villa comuneros en todos los pastos y aprovechamientos con los vecinos de
Zufre. Según el censo de Méndez de Silva en 1541, Zufre poseía una población de
146 «vecinos» pecheros, 46 viudas, 18 menores y 16 pobres, que se verá
incrementada hasta los 360 «vecinos» en 1591. Pero la siguiente centuria será
crítica debido a las malas cosechas, epidemias y hambrunas, a las que se suman
las guerras con Portugal entre 1640-68. La población desciende a los 200
«vecinos» en 1646 y hasta los 192 2n 1693. Digna de su mención por estas fechas
fue labor del Hospital de San Miguel, que se encargaba de socorrer a los muchos
pobres y transeúntes. A diferencia de la tendencia alcista generalizada para el
conjunto del Estado, el siglo XVIII es para Zufre una etapa de atonía y
decaimiento, reduciéndose su población desde los 154 «vecinos» de 1752 a los
132 de 1787. La villa se vio muy afectada por el terremoto de Lisboa de 1755,
que causó grave daños en los edificios. En este sentido, en 1756 Tomás
Zambrano, maestro mayor de obras del Arzobispado, «reconoció que se necesitaba
derribar en campanario de pronto por estar muy quebrantado y el segundo cuerpo
fuera de su lugar por lo que está amenazando ruina». A través del Catastro de
Ensenada de 1752, podemos ver cuáles eran los usos de la superficies; posee
23.593 fanegas, 12.135 de las mismas ocupadas con sembraduras mediante el
sistema de rozas; las huertas se extienden por 38 fanegas; los baldíos
representan 5.900; y las dehesas 5.520. La ganadería era la actividad económica
más relevante, destacando la cabaña caprina con 3.254 cabezas, el porcino con
549 y el vacuno con 287. Además, por Zufre discurría el «cordel de Uerbas» como
camino de trashumancia que unía las tierras extremeñas con las serranías de
Sevilla y Huelva. Dicho cordel pasaba por su calle larga donde aún se conserva
uno de los pilares-abrevaderos que atestiguan dicha presencia. La importancia
que tenía la actividad ganadera se reflejó en la Feria de Septiembre, hoy mera
manifestación festiva. Entonces era importante mercado de ganado que tenía
lugar junto a los corralones de piedras colindantes con el abrevadero del Ejido
Chico. En aquellas operaciones comerciales participaban tratantes locales que,
en años normales, llegaban a negociar una suma de 30.000 reales. Los
aprovechamientos comunales eran la base de la economía. Por ello, el Cabildo
vigila con celo su preservación cuando Zufre e Higuera de la Sierra, lugares de
realengo pertenecientes al Concejo de Sevilla, pleitearon con Aracena en 1752
acerca de la pretensión de ésta de aprovechar sus pastos comunitarios. «Faltos
de medios para pleitear, acuden a Sevilla y a su Concejo suplicándoles
rendidamente que se sirva de mirar por éstos sus pobre vecinos con su acostumbrada piedad.
En el siglo XIX, se dan varias situaciones adversas para
la vida municipal, como son la guerra de la Independencia, en los años 1808-13,
y las desamortizaciones. La primera, la desamortización eclesiástica de
Mendizábal en 1835, supuso la ruina de ermitas y fundaciones pías.
Concretamente, las de Ntra. Sra. Del Puerto, Ntra. Sra. del Prado, Sta. Zita y
los hospitales de San Sebastián y San Miguel perdieron sus bienes
patrimoniales. Estos edificios se abandonan y deterioran, salvo las dos
primeras ermitas que se mantienen como sedes de importantes romerías. La
desamortización civil de Madoz, 1851, causó la pérdida de un amplio patrimonio
municipal al ser vendidas las Dehesas Comunales y los Montes Propios, con cuyos
ingresos se mantenían al cabildo. Sin embargo, factores como el descenso de la
mortalidad la explotación de nuevas tierras, y el aumento de las producciones,
posibilitaron un crecimiento demográfico ininterrumpido. De los 544 habitantes
de 1787 se pasa a los 714 de 1875. Coincidiendo con la expansión de la
actividad minera en la comarca, Zufre llegó a los 2.448 habitantes en 1900. Los
inicios del siglo XX son esperanzadores. Junto a una mejora de las actividades
productivas, el ferrocarril vino a romper el aislamiento tradicional de éstas
sierras. La construcción de la vía minera Cala-San Juan de Aznalfarache
atraviesa Zufre. En su término, se habilitaron tres estaciones, Cañaveral,
Zufre y La Junta, en las que se realizan los embarques de mercancías y
pasajeros. Pasados aquellos años de bonanza, la emigración, el despoblamiento y
el olvido castigaron a una tierra que hoy los zufreños pretenden recuperar como
suya, crecer y morir en ella, luchando por el progreso.
(Fuente https://huelvapedia.wikanda.es/wiki/Zufre)
Monumento
y lugares de interés
Se trata de la antigua fortaleza almohade que está datada entre los
siglos XII y XIII, aunque no está confirmada documentalmente su existencia
hasta el siglo XV. En su estructura destacan los elementos musulmanes y el uso
del tapial. De las antiguas murallas que protegían a la villa, se conservan
unos 300 metros, algunos dentro de las propias edificaciones del pueblo.
Algunos torreones se convirtieron en miradores en el siglo XVIII, como el que
podemos ver en la calle Carnicería.
El Ayuntamiento de Zufre está situado en la Plaza de la Iglesia, concretamente
en el antiguo edificio donde se reunía el Cabildo. Durante la época de los
Reyes Católicos se mandó edificar, aunque ya existía anteriormente otro edificio
del que existen pocas referencias. En un principio desempeñaba funciones como
pósito, cárcel y Concejo de la Villa. En su fachada podemos ver el escudo de
los Austrias, popularmente se le ha atribuido su construcción a Hernán Ruiz II,
aunque no existe certeza documental al constar sólo una referencia en 1935 que
nos hablaba de su inauguración en 1570. La estructura del edificio es
irregular, estando su estilo encuadrado en el clásico del renacimiento español.
A lo largo de su historia también ha desempeñado funciones como sede del tribunal de justicia.
Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción
La iglesia Parroquial de la Purísima Concepción está datada a
principios del siglo XIV, constando de nave única con arcos transversales. En
su aspecto destacan los elementos fortificados de su estructura con portada
gótico-mudéjar. A mediados del siglo XVI, se le añadió una pequeña capilla que
está dedicada a los Santos Mártires y que hoy acoge a la Virgen
de los Dolores. En uno de sus muros podemos ver una lápida con la ampliación y reforma que se llevó a cabo en 1563, estando el proyecto en manos de Hernán Ruiz II. Otros elementos se han incorporado posteriormente como la Capilla del Sagrario y la Bautismal, sufriendo importantes deterioros en la torre campanario, en el terremoto de Lisboa de 1755. En el apartado de patrimonio la iglesia cuenta con interesantes obras como la imagen del Cristo de la Vera-Cruz, del siglo XVI, cuadros de San Cristóbal y San Lorenzo del XVII, y tres cuadros que representan la Aparición de Cristo y la Virgen a San Francisco y Santo Domingo; Santo Domingo y el beato Abiano de Rufo y la entrega del rosario a Santo Domingo, éste último de medio punto. Todos formaron parte de un retablo, costeado por Fabián Rufo y su mujer, dedicado a la Virgen del Rosario cuyo “nicho” fue aderezado por un tal Alonso Miguel-quizás el conocido pintor Alonso Miguel de Tovar- en 1.702. En la Capilla de la Virgen de los Dolores se encuentra un retablo barroco entre estípites, ejecutado en 1.748 por los entalladores Bernardo Francisco, Diego Rosales y Juan González. En el banco aparece una imagen de Cristo Yacente datable en el segundo tercio del Siglo XVI, y en la hornacina una Virgen Dolorosa, de vestir, del Siglo XVIII. Finalmente, en el ático se sitúa una tabla con un San Sebastián y una Santa Mártir con la inscripción que informa del nombre de quienes fundaron hacia 1.543 la capellanía a la que servía el retablo, dedicada entonces a los santos mártires: Gonzalo López y Catalina Martín. En la nave se contempla un lienzo de la Virgen de Guadalupe, de la primera mitad del siglo XVIII y un retablo rococó, del tercer tercio del siglo XVIII, que aloja una imagen de San José con el Niño de la misma época del retablo. En el interior de la Capilla Bautismal se encuentra una pila del Siglo XVI y tres esculturas: La Virgen del Rosario tallada en 1.577, un
San Miguel, del Siglo XVIII y un San Antonio de Padua, del Siglo XIX. Completan la decoración de este espacio dos lienzos de la segunda mitad del Siglo XVIII que representan a Santa Lucía y a Judit con la cabeza de Holofernes. En la Capilla del Sagrario, encontramos un retablo recompuesto con elementos del Siglo XVIII. Preside la hornacina central, una imagen de la Virgen del Carmen tallada en el Siglo XX por Francisco Buiza, flanqueada por lienzos de Santo Domingo y de San Francisco, ambos de principios del Siglo XVII. El remate es un relieve muy plano de Dios Padre, de hacia 1.600. Se conserva en la Sacristía un grabado original del Monumento del Jueves Santo de la Catedral de Sevilla según dibujo de Domingo Martínez y plancha abierta en Amberes; dos lienzos uno de San Felipe Neri y el otro de San Isidro Labrador, de fines del Siglo XVII, y una cajonera de madera es de fines del Siglo XVIII. De la platería destacamos la Cruz Parroquial, de estilo gótico, datable en el último cuarto del Siglo XV, con añadidos de mediados del Siglo XVI y un ostensorio de plata sobredorada, recompuesto con elementos del último cuarto del Siglo XV y de inicios del XVII. Finalmente, de 1.553 es una campanilla de bronce decorada con el tema de la Anunciación. Respecto a los ornamentos, destacamos una casulla y dos dalmáticas de terciopelo carmesí con bordados en oro y sedas de colores, de fines del siglo XVI o principios del XVII.
de los Dolores. En uno de sus muros podemos ver una lápida con la ampliación y reforma que se llevó a cabo en 1563, estando el proyecto en manos de Hernán Ruiz II. Otros elementos se han incorporado posteriormente como la Capilla del Sagrario y la Bautismal, sufriendo importantes deterioros en la torre campanario, en el terremoto de Lisboa de 1755. En el apartado de patrimonio la iglesia cuenta con interesantes obras como la imagen del Cristo de la Vera-Cruz, del siglo XVI, cuadros de San Cristóbal y San Lorenzo del XVII, y tres cuadros que representan la Aparición de Cristo y la Virgen a San Francisco y Santo Domingo; Santo Domingo y el beato Abiano de Rufo y la entrega del rosario a Santo Domingo, éste último de medio punto. Todos formaron parte de un retablo, costeado por Fabián Rufo y su mujer, dedicado a la Virgen del Rosario cuyo “nicho” fue aderezado por un tal Alonso Miguel-quizás el conocido pintor Alonso Miguel de Tovar- en 1.702. En la Capilla de la Virgen de los Dolores se encuentra un retablo barroco entre estípites, ejecutado en 1.748 por los entalladores Bernardo Francisco, Diego Rosales y Juan González. En el banco aparece una imagen de Cristo Yacente datable en el segundo tercio del Siglo XVI, y en la hornacina una Virgen Dolorosa, de vestir, del Siglo XVIII. Finalmente, en el ático se sitúa una tabla con un San Sebastián y una Santa Mártir con la inscripción que informa del nombre de quienes fundaron hacia 1.543 la capellanía a la que servía el retablo, dedicada entonces a los santos mártires: Gonzalo López y Catalina Martín. En la nave se contempla un lienzo de la Virgen de Guadalupe, de la primera mitad del siglo XVIII y un retablo rococó, del tercer tercio del siglo XVIII, que aloja una imagen de San José con el Niño de la misma época del retablo. En el interior de la Capilla Bautismal se encuentra una pila del Siglo XVI y tres esculturas: La Virgen del Rosario tallada en 1.577, un
San Miguel, del Siglo XVIII y un San Antonio de Padua, del Siglo XIX. Completan la decoración de este espacio dos lienzos de la segunda mitad del Siglo XVIII que representan a Santa Lucía y a Judit con la cabeza de Holofernes. En la Capilla del Sagrario, encontramos un retablo recompuesto con elementos del Siglo XVIII. Preside la hornacina central, una imagen de la Virgen del Carmen tallada en el Siglo XX por Francisco Buiza, flanqueada por lienzos de Santo Domingo y de San Francisco, ambos de principios del Siglo XVII. El remate es un relieve muy plano de Dios Padre, de hacia 1.600. Se conserva en la Sacristía un grabado original del Monumento del Jueves Santo de la Catedral de Sevilla según dibujo de Domingo Martínez y plancha abierta en Amberes; dos lienzos uno de San Felipe Neri y el otro de San Isidro Labrador, de fines del Siglo XVII, y una cajonera de madera es de fines del Siglo XVIII. De la platería destacamos la Cruz Parroquial, de estilo gótico, datable en el último cuarto del Siglo XV, con añadidos de mediados del Siglo XVI y un ostensorio de plata sobredorada, recompuesto con elementos del último cuarto del Siglo XV y de inicios del XVII. Finalmente, de 1.553 es una campanilla de bronce decorada con el tema de la Anunciación. Respecto a los ornamentos, destacamos una casulla y dos dalmáticas de terciopelo carmesí con bordados en oro y sedas de colores, de fines del siglo XVI o principios del XVII.
Fuente del Concejo
Se ubica en la Plaza de la Iglesia, junto al Ayuntamiento. Es una
construcción de finales del siglo XVI que consta de dos pilas en muro de
piedra. El agua brota de una cabeza de león de mármol que vierte en una pequeña
pila que desemboca en un pilón inferior que ocupa toda el ala del edificio.
Existen algunas referencias documentales que nos hablan de la fuente, siendo la
de Mal de Lara de 1570 la más significativa.
Desde hace unos años a la fuente se la conoce como Fuente del Concejo y
se encuentra en buen estado de conservación, fruto de la restauración que
sufrió el Ayuntamiento en 1.985, y en la que en el rellano de la escalera que
está junto a la misma apareció un Ara Funeraria romana y un fuste de columna
datados entre los Siglos II-III D.C., y que evidencia una ocupación
ininterrumpida de esta terraza natural.
Ermita Santa Zita
Es una construcción del siglo XVI que nos presenta elementos sencillos
en única nave con tejado a dos aguas y arcos apuntalados. La espadaña tuvo que
ser reconstruida a principios del siglo XX, existiendo datos originarios desde el
siglo XVI. Destaca en la
construcción la portada de ladrillo visto, levantada con toda probabilidad en
la primera mitad del Siglo XVI a merced de las diversas donaciones que recibe
la Santa para sus obras. En un incendio de 1889, se perdió el artesonado
mudéjar de sus techumbres y la talla
original de la Santa. La nueva imagen se le
encargó al escultor Manuel Gutiérrez. La primitiva Imagen a tenor de los pocos testimonios que nos han llegado, incluida un daguerrotipo coloreado, era bastante diferente estilísticamente a la actual. Realizada, con toda probabilidad a finales del Siglo XV o comienzos del XVI se encuadraba dentro de las llamadas Majestad, de un solo bloque y en actitud sedente. Su iconografía respondía al tipo La Verónica portando en sus manos un paño con imagen de la cara de Jesucristo. Cuenta la leyenda que Santa Zita era criada de un rico hacendado. Guardaba en su delantal las migajas de pan que dejaba su señor para después repartirla entre los pobres. Cuando él le preguntaba qué llevaba en el delantal, ella le respondía: "flores mi amo", y mostrándole el delantal sólo se veían flores en él.
encargó al escultor Manuel Gutiérrez. La primitiva Imagen a tenor de los pocos testimonios que nos han llegado, incluida un daguerrotipo coloreado, era bastante diferente estilísticamente a la actual. Realizada, con toda probabilidad a finales del Siglo XV o comienzos del XVI se encuadraba dentro de las llamadas Majestad, de un solo bloque y en actitud sedente. Su iconografía respondía al tipo La Verónica portando en sus manos un paño con imagen de la cara de Jesucristo. Cuenta la leyenda que Santa Zita era criada de un rico hacendado. Guardaba en su delantal las migajas de pan que dejaba su señor para después repartirla entre los pobres. Cuando él le preguntaba qué llevaba en el delantal, ella le respondía: "flores mi amo", y mostrándole el delantal sólo se veían flores en él.
Asimismo existen otros lugares de interés en Zufre como la Fuente de
la Calle Larga, la Fuente de la Mimbrera, la Ermita de San Miguel, la Plaza de
Toros y la Ermita de San Sebastián. Pero sin duda, lo mejor es pasear por sus
calles e imbuirse del pasado de la “Perla árabe” y también contemplar la figura
de los lavaderos tan habituales en Andalucía hasta la llegada del agua canalizada
a nuestras casas.
Gastronomía
La cocina de Zufre es
rica y variada, estando basada en la magnífica materia prima de la zona. Son
habituales los guisos con pescado de río y la caldereta. Igualmente con los
productos derivados de la matanza del cerdo se elabora el gazpacho de invierno
y la carne de caza también está presente en temporada. Pestiños, roscos, tortas
de manteca, chicharrones y un largo etcétera de productos completan una rica
gastronomía. En el restaurante “Casa Pepa” o los “Benitos” que en realidad es
el mismo local con el nombre de sus padres y con entrada distinta a cada calle,
pudimos comprobar sobre el terreno la buena mano que tienen para elaborar sus
recetas típicas.
Fiestas y tradiciones populares
Cabalgata
de los Reyes Magos
La
cabalgata de Reyes Magos de Zufre es la segunda en antigüedad en la Sierra de
Huelva, tras la de Higuera de la Sierra, concretamente esta vecindad propicio
que en 1.920 los Reyes Magos salieran por primera vez en Zufre. Desde sus
comienzos los vecinos eran los encargados de montar, casi siempre con carácter
familiar las carrozas. La representación de las distintas escenas bíblicas
alcanza su máximo exponente, ya que si hay algo que caracteriza a esta
Cabalgata es la Escenificación que sobre las distintas carrozas se lleva a
cabo. Son varias las Asociaciones de la localidad, Noche de la Ilusion y
Moclinos, las que a lo largo de todo el
año y más especialmente durante los meses de noviembre, diciembre y principio
de Enero, las encargadas de su diseño y preparación, esto unido a la
colaboración de los vecinos, niños, adultos, ancianos e incluso animales,
quienes participan en el desfile, los que hacen posible que esta noche sea
mágica y todos la podamos disfrutar. El desfile comienza a las 21.00 horas
desde la entrada de la localidad, encabezada con la Estrella de Oriente y encargada de
anunciar que los reyes ya se aproximan. El recorrido discurre por toda la Calle
Los Linares hasta llegar a Plaza la Quebrada, concluye sobre las 12 de la
noche, hora en la que sus Majestades los Reyes hacen su entrada en la Plaza de
la Iglesia. Aquí tiene lugar el acto de adoración y ofrenda. Es el acto más
importante y especial para todos los niños, quienes esperan con indescriptible
ilusión el momento en el que sus Majestades los nombran y les invitan a subir
para recoger su primer regalo. Ahora solo queda irse a dormir, colocar leche
calentita, caramelos,… y esperar que amanezca para ver que “nos han traido los
reyes”.
Carnavales
Al igual que en la mayoría de
Pueblos-andaluces, es una fiesta antigua que se perdió tras la guerra civil y
que en la década de los años sesenta del siglo XX, comienzan a retomar su
tradición. Están organizados por las distintas asociaciones de la localidad y
se desarrollan en tres fases: la primera con el pasacalles, la segunda con el
espectáculo de comparsas y al día siguiente con el entierro de la aceituna.
Para finalizar fiesta final con aperitivos en la plaza de San Sebastián.
La Semana Santa de Zufre es
una de las más destacadas de la Provincia de Huelva, sus orígenes se remontan a
finales del Siglo XV con la fundación de las primeras Cofradías como la de la
Vera-Cruz, las Ánimas, El Cristo de la Sangre, etc. En la tarde del Jueves
procesiona el Cristo Crucificado de la Vera Cruz, de principios del Siglo XVI
acompañado por la Virgen de la Soledad, hoy de los Dolores, de mediados del
Siglo XVIII. En tronos pasos de oro de mediados del Siglo XIX. En la tarde del
viernes procesiona el Cristo Yacente, de finales del Siglo XV, con nuevamente
la Imagen de la Soledad. El punto culminante tiene lugar en la subida desde la
Calle Hornito a la Calle Calvario, donde la Virgen de la Soledad permanece en
un rellano de la Calle esperando la subida y bajada del Cristo Crucificado el
Jueves y el Santo Entierro el viernes. Muy peculiar es, tras la misa de
Resurrección a media noche del sábado, la quema en las calles del pueblo de los
judas, que representan personajes públicos.
Misa de Mayo
La tradicional Misa de Mayo
se viene celebrando desde aproximadamente los años 50. Tiene lugar el Tercer
domingo de mayo, como preámbulo de todas las celebraciones que durante el resto del año se realizan en honor a la
virgen del puerto y que concluyen en el mes de Septiembre con la tradicional
Segunda Romería, dando así por finalizados los actos en conmemoración a la
patrona. La Ermita de nuestra Sra. del Puerto se encuentra ubicada a 12 km. de
la población en el Paraje Sierra Vicaria, siendo unos de los santuarios más
importantes de toda la comarca serrana, así como una de las romerías más
antiguas de la Sierra que viene celebrándose de forma ininterrumpida desde el
Siglo XIV. Aunque existen indicios de que ya el en siglo XV el culto recibió un
privilegio del monarca Enrique de Castilla. Sobre las 9.00 de la mañana se
produce la salida de los romeros desde la plaza de la Iglesia, donde el
Mayordomo/a junto a jinetes, ponen rumbo hacia la Ermita, en su camino que
discurre unos 12 km, jalonados por 4 cruces donde se hacen obligatorias y
necesarias las paradas. Sobre la 13.00 horas y tras la llegada de los jinetes a
la Ermita, tiene lugar la tradicional galopada a su alrededor. A continuación
tiene lugar los cultos tradicionales celebrándose la misa en honor a la
Patrona. Después de la misa los romeros festejan el día con una comida campera,
en compañía de familiares, amigos y conocidos.
El municipio de Zufre cuenta
con un patrimonio olivarero bastante importante desde hace décadas ya que
supone el principal cultivo de secano con mayor extensión en el término de la
localidad y además supone uno de los sectores que generan una mayor mano de
obra entre la población. El Ayuntamiento de Zufre en el año 2003 en
colaboración con la Cooperativa Olivarera Ntra. Sra. Del Puerto del municipio
decide poner en marcha un proyecto denominado OLEOZUFRE, que consiste en la
realización de una Feria de tipo comercial de aceite de oliva con la finalidad
de promocionar y divulgar el aceite de oliva de la localidad, así como apostar
por el desarrollo y la modernización del sector olivarero impulsando la
dinámica de mejora de mayor productividad y de creación de nuevas alternativas
ante la crisis del sector. Por otro lado debido a la zona en la que nos
encontramos, al tratarse de un olivar de pendiente y a la escasa
industrialización del sector, surge el ímpetu de la Cooperativa Olivarera de la
localidad y del Ayuntamiento de lograr un olivar ecológico que impulse la calidad
del producto y así patentar una agricultura ecológica que potencie nuestro
aceite de oliva en la zona y fuera de ella. Estos son los aspectos
fundamentales que inducen al Ayuntamiento y a la Cooperativa a realizar este
proyecto, por ello esta idea comienza su andadura en el año 2003 donde se monta
una infraestructura de una carpa con stands expositores para albergar a 12
empresas donde se encuentran representadas algunas de las cooperativas de
aceite de oliva de la provincia de Huelva, así como stands de productos
derivados de aceite de oliva y productos artesanales.
Las Fiestas Patronales,
comienzan con la primera Romería, que trae a la Virgen del Puerto, desde el
Puerto, circunstancia por la que recibe el nombre, hasta la iglesia parroquial
de la Purísima Concepción y finalizan con la Segunda Romería que devuelve a la
Patrona a su ermita donde permanecerá todo el año. En la mañana del último
domingo del mes de agosto, todos los romeros a pie y a caballo se reúnen en la
misa de romeros y el mayordomo recoge el estandarte para salir en romería hasta
el recinto en el que se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Puerto, un
lugar en plena Sierra de la Vicaria, pasado el embalse de Zufre y a unos 12
kilómetros del pueblo. Los romeros permanecen todo el día, en una jornada de
plena hermandad, en compañía de amigos, familiares,.., para regresar con su
Patrona hacia el pueblo, donde la talla de Nuestra Señora del Puerto, ocupará
su puesto de patrona en el altar mayor de la Iglesia, durante quince días. Antes
de iniciar su recorrido por las calles del pueblo, donde todos los zufreños
esperan recibir con ilusión y gran devoción a la Virgen, tiene lugar la
tradicional carrera de Caballos, comenzando el recorrido calle Mesones, Larga,
Del Medio y del Pozo, hasta llegar a Plaza de la Quebrada y finalizar en Plaza
de la Iglesia, donde esperan la llegada de la Señora una vez realizada la
procesión de la virgen por las calles hasta bien entrada la medianoche. La
Semana posterior a la primera romería se da el pistoletazo de salida a la Feria
de Agosto, desde el Jueves hasta el domingo se celebran los días má importantes
y festivos de la localidad, con verbenas en el Paseo amenizadas por orquestas.
Durante esta semana y durante nueve días, se celebran los cultos celebrando las
novenas a la Virgen del Puerto. El Segundo domingo de septiembre tiene lugar la
Segunda Romería donde la imagen es llevada por los romeros hacia su ermita,
durante esta emotiva jornada, y al igual que hicieron durante la primera
romería, se realizan las paradas obligatorias, marcadas por las cuatro cruces
que encontramos a lo largo de todo el camino. Con la llegada de caballistas y
romeros a la ermita, se produce la tradicional galopada alrededor de la misma,
donde la tradición manda que se deben dar tres vueltas, en agradecimiento a la
patrona. Será todo un año el que tendrá que pasar para que la patrona de Zufre
vuelva de nuevo a la villa, mientras tantos, devotos llegados de muchos lugares
visitan el santuario.
Noche de las Candelas
En vísperas de la Inmaculada
Concepción, el día 7 de diciembre de cada año, se celebra la noche de las
candelas o de los abelorios, en las que se prenden hogueras de romero cuyas
brasas se aprovechan para hacer las tostadas con manteca. Los niños, que
previamente han recogido en el campo las gamonitas fabrican haces denominados
abelorios, las prenden y las pasean encendidas por el pueblo. Desde 1.999 el
Ayuntamiento realiza en la Plaza de la Iglesia una gran candela popular donde
tienen cabida todos los vecinos y visitantes.
En el entorno natural de
Zufre hay casi 30.000 hectáreas de espacio forestal donde sobresalen las
dehesas y formaciones de matorral noble. Al formar parte del Parque Natural
Sierra de Aracena y Picos de Aroche, permite disfrutar en su entorno de una
amplia variedad de deportes al aire libre. Numerosos senderos, rutas de
senderismo y varios cotos de caza. Igualmente el pantano de Zufre, nos permite
la práctica de deportes acuáticos.
Recuerda que si te suscribes,
puedes estar al tanto de todas nuestras noticias. Para finalizar nuestro
recorrido por las tierras de Zufre y tal como es habitual en nuestras visitas
por Andalucía, os dejamos con un Vídeo de Pueblos-andaluces. Gracias y saludos.
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