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sábado, 16 de abril de 2016

Cartajima (Málaga)

Pueblos-andaluces de visita a Cartajima. Es una localidad malagueña que está en la comarca de la Serranía de Ronda. Tiene una extensión superficial de 21,5
kilómetros cuadrados y está a 852 metros sobre el nivel del mar. Su población, según el censo de padrón del año 2015, asciende a 247 habitantes. El gentilicio de los nacidos en Cartajima es “cartajimeño”. La orografía de su término municipal está condicionada por encontrarse en el Valle del Genal, entre el campo de Gibraltar, la Costa del Sol occidental, la Hoya de Málaga, la Depresión de Antequera y la Sierra de Ubrique. Málaga la capital de la Costa del Sol se encuentra a 111 kilómetros de distancia y Ronda está a tan sólo 17 kilómetros de ditancia. Conforma junto a los pueblos de Júzcar y Parauta una de las estampas más clásicas de la Serranía Sur. La mitad norte de su territorio está dominada por la sierra del Oreganal (1.412 mts) que conforma un paisaje rocoso muy accidentado. La mitad sur está ocupada por un conjunto de lomas cubiertas de bosques de castaños, encinas y alcornoques que descienden hasta el cauce del Genal, ya en el límite sur del municipio.
Historia
La historia de Cartajima, al igual que en otros muchos Pueblos-andaluces es bastante confusa. No se tienen noticias exactas de su pasado histórico en cuanto a núcleo urbano. Han aparecidos restos arqueológicos en las termas y necrópolis romanas del Cortijo del Ratón y restos de calzadas romanas, de la que comunicaba Ronda con Cádiz, pasando por Cartajima, y otras de menos entidad que podrían servir como camino para sacar hierro desde las minas de la montaña hacia la población. En el año 1814, el rey Fernando VII, le concedió el título de Villa. A lo largo de su historia también ha sido conocida como
“ALJARIA-T- AL- JAIMA”, durante la época árabe y que significaría “La Alquería de la Aljaima, más tarde como “XARITALXIME” O “CADIZ EL CHICO” durante el siglo XIX. Su economía entraría en decaimiento desde que a finales del siglo XIX la filoxera dañará sus viñedos. Hasta que comenzó este declive, se la llamaba como hemos dicho anteriormente “Cádiz el Chico”, debido a que tenía un importante número de habitantes, el doble del actual, dedicados al cultivo de los campos y a la preparación del hierro, extraído de las minas que hay en los alrededores, en una fábrica que allí existía. Este hierro servía para la producción de cañones, balas y demás materiales bélicos, que posteriormente eran enviados a la fábrica que existía en Jimena. Lo cierto es que, tanto para árabes como para cristianos, Cartajima siempre estuvo rodeada de una gran diversidad de arboleda y montes siendo los más destacados: Los Riscos, La Sierra de Oreganal y el Cerro Almola, montes que fueron refugio de bandoleros y abasto para los habitantes del pueblo. El término municipal de Cartajima es resultado de la fusión de tres
pueblos que había en tiempos de la Reconquista Cristiana: Benahayón (se bordea al subir la carretera de Júzcar), Benajeriz (entre Cartajima e Igualeja) y el propio Cartajima ya existente en esa época. Tras la reconquista de los Reyes Católicos, Cartajima siguió habitada por abundante población morisca (que seguían con sus ritos religiosos) y sufrieron la persecución y procesos judiciales de parte del Santo Oficio a lo largo del siglo XVI. Su Iglesia, monumento más destacado hoy día, fue construida a principios del S. XVI, sufriendo diversas reformas y reparaciones seguidas en el S. XVII (1604 y1606) a causa de los mismos deterioros, y aunque no se sabe a ciencia cierta se presupone que la población árabe algo tuvo que ver, pues en esa época todavía era elevada. La prosperidad del S. XVIII es notable en el pueblo de Cartajima, prosperidad que generó oficios especializados como el de Carpintero-Tallador y constancia de ello queda en una de las puertas talladas de la Iglesia de Gaucín. En el censo de Floridablanca, Cartajima presenta peculiaridades que la hacían una de las poblaciones más prosperas de estos valles, contando con médico y
notario, oficios desconocidos en otros pueblos y con un número de habitantes cercano a los 1500 que nunca ha sido superado. Ya en la Guerra de la Independencia, Cartajima, como otros pueblos de la Serranía, ayudaría a la liberación de Ronda de las tropas Napoleónicas y en agradecimiento a ello, en julio de 1814 el rey Fernando VII le concedería la Carta de Villazgo. Cabe destacar que durante la contienda, Cartajima se distinguió en la lucha contra las tropas napoleónicas, especialmente el guerrillero Andrés García, que cuenta entre sus hazañas con el atentado contra el gobernador de Ronda, que murió cuando paseaba con su escolta por el Tajo. Otro dato que nos confirma la prosperidad cartajimeña es el servicio conocido como el "Corsario de Cádiz", que comenzaba en Cartajima y terminaba en Cádiz. La crisis de la filoxera y el convulso comienzo del siglo XX harían que muchos lugareños tuvieran que emigrar a la República Argentina. No sería hasta la llegada de los nuevos tiempos democráticos y la emergente sociedad del bienestar, la que harán que Cartajima vuelva a brillar con luz propia y que mira a su futuro con esperanza e ilusión.
Monumentos y lugares de interés
·         Iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Es una construcción que nos presenta nave central rectangular y que fue construida a principios del siglo XVI, erigida en 1505 y confirmada en 1510 por la bula papal de Julio II, aunque sufrió diversas reformas y reparaciones a principios del siglo XVII, en 1604 y 1606. Aunque no se conoce con
exactitud las causas de reformas tan seguidas, dos son las posibilidades: los diversos movimientos sísmicos que se produjeron durante dichos años, y el escaso cuidado de este símbolo de la cristiandad en el municipio hasta la definitiva expulsión de los moriscos. Como es de suponer, en siglos posteriores también ha sufrido otras refomas interesantes, destacando la producida en 1941 a cargo del arquitecto Fernando Guerrero Strachan Rosado, y la realizada en el 2009 bajo dirección del arquitecto Salvador Lara. Al templo se accede tras subir una escalinata que salva un considerable nivel, para encontrarnos con la portada de estilo barroco, portada presidida por un atrio, en tiempos empedrado y que daba acceso al antiguo cementerio. Al exterior destacan la fachada principal, obra del siglo XVII. La portada de ladrillo, con arco de medio punto sobre jambas achaflanadas, flanqueado por pilastras que sostiene entablamiento con doble línea denticulada, resaltándose excesivamente la superior; todo ello rematado por frontón partido coronados por pináculos, que cobija en su centro hornacina central ,la cual
albergaba la imagen de Santo Domingo de Guzmán, imagen destruida durante la Guerra Civil, posteriormente reemplazada por la imagen de María Auxíliadora hasta la década de los ochenta , y templetillo conformado por ventana rectangular coronado por cornisa volada entre pilastras. Una vez que accedemos al interior ante nosotros tenemos un templo de planta irregular, diseñada y construida en un principio con tres naves. Constancia de ello lo
observamos en su cubierta externa, la cual sigue conservando la estructura primaria, y en su interior, donde también encontramos vestigios que denotan lo que antaño existió, como los arcos de medio punto en ladrillo que comunicaban las dos naves laterales con la central, aunque en la actualidad esos arcos están cerrados y embellecidos con imágenes como la del Niño Jesús, el Cristo Crucificado o bellos cuadros como el de "Las Ánimas Benditas" de Miguel Martín (1947). Dentro de las obras escultóricas que conserva la Iglesia destacan: una pintura de la Escuela de Murillo del S. XVII y un Nazareno de vestir del S. XVIII. Otras tallas más recientes de gran valor son: la imagen de Ntra. Sra. La Virgen Del Rosario, posiblemente del escultor sevillano A. Eslava, y la imagen del Niño Jesús, de Francisco Buiza. También destacan otras tallas anónimas de la escuela Malagueña como son la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores. Por último anotar la existencia de otras imágenes como las de San Antonio, la Inmaculada Concepción, San Pedro o El Santo Entierro.

·         Fuente de los Peces. Se localiza en el Camino de Arroyo Blanco, a las afuera del casco urbano a unos cien metros de distancia, aproximadamente. Se trata de una fuente de origen morisco que conserva el peculiar encanto de aquella época. En la parte izquierda se encuentra el abrevadero,  quedando resguardado por un contrafuerte. La fuente principal de gran altura dispone de tres elementos propios de la arquitectura árabe, a modo de almenas. Se observan las huellas de los huecos de cómo se colocaban los cántaros que la población utilizaba antiguamente para hacer acopio de agua para las tareas domésticas.  



      Centro de Interpretación de los Riscos. El centro de interpretación de los Riscos, nació de la iniciativa del Plan de Dinamización del Producto Turístico Serranía de Ronda (PDSR) y tiene por finalidad dar a conocer la maravilla natural que es un gran torcal, de origen sedimentario, constituido de rocas calizas (rocas calcáreas compuesta
básicamente de carbonato cálcico) que presentan un aspecto ruiniforme debido a la erosión que producen los agentes meteorológicos. Debido al aspecto ruiniforme se puede encontrar rocas con infinidad de formas creadas naturalmente. Los Riscos de Cartajima se sitúan dentro de la Sierra del Oreganal en la comarca de la Serranía de Ronda, a unos 1.400 metros sobre el nivel del mar, en el territorio occidental de la provincia de Málaga. En el ámbito geográfico, delimitan al norte con la Meseta de Ronda, al este con la Sierra de las Nieves, al sur con Sierra Bermeja y al oeste con el Valle del Guadiaro. El centro de Interpretación se ubica en un edifico municipal que está situado a la entrada del pueblo, junto a una nueva plaza-mirador. Dispone de cuatro salas: punto de información turística; almacén; sala de reuniones, y sala para exposición sobre biodiversidad.
Además, Cartajima cuenta con otros lugares de interés como los yacimientos arqueológicos de los restos del castillo medieval, las termas romanas en la Cañada de Harife y la
necrópolis, también romana, del Cortijo del Ratón. El itinerario arqueológico por el municipio se completa con los vestigios de los antiguos poblados medievales de Casapalma y Cartabón, así como interesantes miradores como el de Los Riscos, el de la Cuenca Alta del Genal y el Mirador de Almola que está situado en un tramo de la Avenida de Fernando VII. Desde este punto se pueden observar unas impresionantes vistas del Cerro Almola, del Parque Natural Sierra de las Nieves y de la zona conocida como La Calera. Otros elementos destacados son la Bodega de Matías y el Molino de Roque que está incluido en el Patrimonio Inmueble de la Junta de Andalucía y que es una antigua almazara que está datada entre 1775/1825.
Gastronomía
En Cartajima, al igual que en el resto de los Pueblos-andaluces del Valle del Genal, la gastronomía tiene su fundamento en una larga tradición que ha sabido combinar la excelente materia prima de su entorno con la estacionalidad. La primavera es el tiempo de los guisos con hierbas silvestres como tagarninas, hinojos, collejas o espárragos trigueros. Durante todo el año se pueden degustar las ollas serranas y los diversos potajes de garbanzos, y, entre las carnes, los guisos de conejo y la amplia variedad de platos y
embutidos procedentes del cerdo. Así como un potaje de castañas con canela, que hace entrar en calor a cualquiera, y de postre carne de membrillo. Otros platos interesantes son la sopa refrita, las migas y las setas y las castañas otoñales. La buena repostería de Cartajima conserva la tradición morisca, siendo la harina de trigo, el azúcar, el aceite de oliva y la almendra la base de la mayoría de las recetas. Merecida fama tiene el mosto que se produce en la zona, las gachas de Zaina y las "tostaeras de castañas” elaboradas con castañas, canela, anís, café y azúcar. Una interesante opción de TOP Restaurantes Pueblos-andaluces en Cartajima es Casa Amalia que también es conocida como La Cosita Buena y que es casi una vivienda particular con una pequeña barra y un puñado de mesas. Lo más importante es que podemos disfrutar de una auténtica cocina casera y del afamado mosto de Cartajima. Igualmente tienes el Bar Municipal y el Chiringuito.
Monumentos y lugares de interés
·      Semana Santa. En la organización de las procesiones, se encarga la única Cofradía que existe en la actualidad en Cartajima. Es la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El Jueves Santo por la tarde sale en procesión Nuestro Padre Jesús Nazareno y
la Virgen de los Dolores. En esta jornada el Señor aparece con las manos maniatadas, representando el momento del Prendimiento de Jesús. El Viernes Santo a las 7 de la mañana, Nuestro Padre Jesús con la Cruz a cuestas y la Virgen de los Dolores. Por la
tarde, y tras la celebración de los Santos Oficios, procesión del Santo Entierro y la Virgen de los Dolores en piadoso Vía Crucis. En la procesión el Cuerpo de Jesús es llevado a las afueras del pueblo a un lugar llamado “Calvario”. A las 12 en punto de la noche, procesión de la Soledad de María, que es la misma imagen de la Virgen de los Dolores vestida de luto riguroso por la muerte de su Hijo. El Domingo de Resurrección es la jornada más grande de todos los creyentes y en Cartajima, además tiene la particularidad de celebrar “Las Cortesías”. A las cinco de la mañana, procesión del Niño Jesús al Huerto instalado en el pueblo y a las 12’30 horas, procesión de la Virgen del Rosario vestida en colores claros en busca del Niño. En el aspecto histórico, al igual que ocurre en la mayoría de Pueblos-andaluces, los terribles sucesos de la guerra civil española nos dejaron huérfanos de patrimonio y documentación. Parece ser que la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno data del siglo XVIII, aunque también existen sospechas que podrían remontarse al XVI ó XVII. Además se sabe que también estaba la Cofradía del Santísimo que daba culto público a Jesús yacente en el sepulcro. Tras la contienda civil, se fusionaron ambas hermandades en la que existe en la actualidad. Artísticamente, la imagen de Jesús Nazareno es una escultura de vestir, concebida para
llevar peluca natural. No existe certeza pero parece que procede de algún taller salesiano de Sevilla con parecidos formales al “Ecce-Homo” de Cártama y que al igual que la Virgen de los Dolores se realizarían en 1945. La Virgen del Rosario, Patrona de Cartajima, también es una imagen posterior a los años cuarenta y que se asemeja a la que desapareció en el treinta y seis y de la que os dejamos una foto que se ha podido recuperar. La talla del Niño Jesús, de proporciones naturales, es un fiel exponente de la escuela sevillana neobarroca. Fue adquirida en 1965 y vino a sustituir otras imágenes seriadas que a su vez suplantaron a una imagen de bronce del Niño Jesús. Como hemos mencionado anteriormente y de lo que nos encargaremos en el apartado siguiente es la singularidad de la Semana Santa de Cartajima: “Las Cortesías” que tiene sus raíces en el “Huerto del Niño”. La peculiar escenificación tiene lugar el domingo de Resurrección por la mañana, cuando vecinos de Cartajima se acercan al Huerto en busca del Cuerpo de Jesús. Allí la imagen del Niño Jesús ha vencido a la muerte y los vecinos corren a comunicarle a la Virgen el feliz desenlance. Previamente se ha preparado una gran fogata con ramas de chopos en la que se colgará a Judas para su quema. Al mediodía la Virgen del Rosario y el Niño Jesús se encuentran en la procesión y realizan un baile que da origen al título de la fiesta de “Las Cortesías” y tras la cual, es quemado Judas. Por la tarde se organiza una verbena popular con bailes, comidas y alegrías para celebrar la gran  jornada de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
·      Romería del Niño Jesús. Es una celebración que surgió en el año 1998 y que tras un período de 4 años en los que se dejó de realizar va tomando mayor relevancia cada año en el municipio. Es costumbre desde entonces llevar en procesión a la imagen del Niño Jesús desde la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario hasta el paraje natural del Mirador del Quince. La jornada que se suele celebrar el fin de semana más próximo a Pentecostes, se vive en hermandad compartiendo comidas, bailes y alegrías. Por la noche, la fiesta continúa con una verbena  popular en el pueblo.
·      Virgen del Rosario. Las fiestas patronales de Cartajima se celebran en honor a la Virgen del Rosario, en torno al 15 de agosto. Originalmente, la fiesta se celebraba en el mes de octubre pero tuvo que cambiarse ante el gran número de emigrantes que había fuera y que no podían venir a rendir honores a su Patrona. Los actos religiosos se ofician en la
parroquia y la feria se celebra en la plaza principal del pueblo con actuaciones musicales en directo, bailes y un variado programa de diversión. Uno de los momentos más emotivos es cuando la Virgen del Rosario sale en procesión por todo el pueblo, tirando cohetes y repicar de campanas en su honor. También hay momentos para las competiciones deportivas con tiro al plato, partidos de fútbol, carreras de bicicletas y un  largo etcétera de actividades.
·         Fiesta del Mosto. Es la fiesta más reciente de Cartajima, pero no por ello cada año tiene mayor interés tanto para los vecinos del  pueblo como para otras localidades cercanas. Se celebra a finales de noviembre o primeros de diciembre, en la Plaza Virgen del Rosario, en la cual se monta una gran carpa. Participan todos los vendimiadores locales que dan a probar sus afamados caldos y entre los más destacados se eligen a los ganadores. Además de las degustaciones gratuitas de los mostos también te darán a probar otras especialidades locales y el programa se completo con otras actividades culturales.
El calendario anual también contempla otras celebraciones importantes como la Navidad y Reyes, el Día de Andalucía, los Carnavales, la verbena de la Virgen del Rosario y el Tostón del Día de Todos los Santos del día 1 de noviembre.

NATURALEZA
Si existe un elemento de indudable belleza natural en Cartajima, son los Riscos. Se sitúan dentro de la Sierra del Oreganal en la comarca natural de la Serranía de Ronda, a unos 1400 metros del nivel del mar, en el territorio occidental de la provincia de Málaga. En el ámbito geográfico delimita al norte con la Meseta de Ronda, al este con la Sierra de las Nieves, al sur con Sierra Bermeja y al oeste con el Valle del Guadiaro. Se trata de un
conjunto de rocas calizas de similares características al Torcal de Antequera, aunque en este caso se extiende apenas por dos kilómetros cuadrados de superficie. La erosión de la lluvia y el viento ha esculpido en estas piedras originales formas que, por capricho de la naturaleza, se han transformado en originales esculturas, en un proceso de desgaste durante miles de años. Además el resto de sus tierras, ofrecen un paisaje de contrastes. En el término municipal hay numerosas rutas e itinerarios ecológicos que puedes realizar tanto a pie como en bici o caballo. El sendero señalizado de la Junta de Andalucía PARA-221 que une Cartajima con Ronda, es una buena excusa para disfrutar de toda su riqueza paisajística, fauna y flora.

Por último y tal como es habitual en nuestros recorridos por Andalucía, os dejamos con un Vídeo que hemos elaborado de nuestra visita a Cartajima. Recuerda que si te suscribes, puedes seguir recorriendo los Pueblos-andaluces. Gracias y saludos.